Karén se limpio el rostro y volvio a poner el auto en marcha ahora con una tranquilidad que jamas había sentido, salio de la bomba con una sonrisa en el rostro porque por fin se dio permiso para sufrir por su padre, al fin y al cabo, era su padre y eso no podría ser cambiado.
Penso en su madre, a ella la perdonaria cuando muriera no antes, las madres se suponen que son más incodicionales, pero ella solo actuo de sombra de su padre aquel día, recuerda muy bien que se encontraba detras de una silla con las manos aferrada al respaldo de la misma, con la madibula y las manos tensa y de vez en cuando movia la cabeza positivamente a lo que el padre le gritaba desde el sillon a Karen. Nuevamente tuvo que detenerse, las lagrimas por su madre no la dejaban ver bien el camino, ¿Por que madre? ¿Por que no fuiste por mi?.
Karén recordo aquel día viernes, tomar desayuno con su mamá en completo silencio y sin nisiquiera mirarla, por la verguenza, por la pena que sentía frente a la complicada situación en la que estaba, se despidio con un frio beso salio de la casa mirando el suelo con los ojos de su madre en la espalda, cuando se aseguraba de que no la observaba, lloraba lentamente sin emitir ruido caminando al colegio, ese era su momento más liberador de todo el día ya que al entrar a la sala de clases se transformaba en la Karén de siempre.
Regreso del colegio con una angustia que avencinaba la tragedia, al entrar y ver a su padre sentado en el sillon y su madre más atras aferrada a la silla como si fuera su salvavida lo supo, y las lagrimas salieron sin permiso, y el padre comenzo a gritar:
" Karén, porque, como nos hiciste esto, eres nuestra hija más pequeña como es posible, eres la decepción de esta familia, dime ahora como podre volver a salir con la cabeza en alto a sabienda que mi hija a arruinado su vida, que no serás nada, explicame como no pensaste en nosotros antes de hacer lo que hiciste, eres una verguenza has muerto para mi, Karén y ahora vete de esta casa y no vuelvas nunca más" .